La honestidad es comportarse y expresarse con coherencia con lo que se piensa y se siente, por lo tanto implica un inmenso coraje para liberarse de los autoengaños.
Cuando la honestidad está acompañada por la búsqueda de la armonía con los demás, implica ser sincero (decir la verdad) desde la empatía y la comprensión del otro; aún cuando provoque reacciones adversas o pérdidas en el corto plazo, conduce a la paz interior.