El poder de los acuerdos de trabajo

Natalia Arrigoni Conciencia emocional, Desarrollo de equipos, Herramientas, Resolución de conflictos, Valores humanos Leave a Comment

Es habitual que, tanto en el ámbito laboral como en el personal, las relaciones interpersonales se tensen por momentos. Muchas veces, logramos superarlas y, otras, sencillamente explotan. Una buena práctica para comenzar las relaciones con el pie derecho es realizar acuerdos de trabajo.

¿A qué me refiero con ello? Básicamente a ciertas pautas consensuadas entre dos o más partes que ayudan a definir y co-crear una dinámica de trabajo lo más productiva y positiva posible.

Para poder realizar buenos acuerdos es fundamental primero ser abiertamente honestos con nosotros. Si conocemos y tenemos en claro qué cosas deseo evitar y cuáles fomentar en función de mis necesidades y valores, será mucho más fácil acordar estas pautas de trabajo. También es muy productivo reconocer las cosas que son negociables y las que no. Por ejemplo, si es mi deseo y necesidad ocupar mis fines de semana para mí y mis vínculos afectivos, podré comunicar que no trabajaré ni responderé mails los sábados, domingos y feriados, quedará en mí cuan flexible soy con esta declaración – por ahí sí puedo trabajar un fin de semana al mes o, por el contrario, bajo ninguna circunstancia lo hago.

Reconocer nuestros valores y necesidades es un inicio, luego está mi capacidad de entender y empatizar las necesidades del otro para poder elaborar acuerdos que sean fructíferos para ambas partes.

De esta manera, los acuerdos de trabajo no son imposiciones sino co-creaciones que es necesario tener siempre presentes y por qué no, visibles. Y que por supuesto pueden cambiar con el tiempo, siempre y cuando volvamos a reunirnos para volver a consensuarlos.

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