La gran montaña (Vivir sin miedo)

Ingrid Astiz Comunicación creativa, Conciencia emocional, Experiencias 2 Comments

Damián Revelli, director de Remodelatucasa.com, escribió sobre su apertura de consciencia. Para mí es un honor haber sido testigo de un cambio tan fuerte: tuvo el coraje de revisar su sistema de creencias, de seguir adelante más allá de las protestas de su ego, y ahora cuenta con más tiempo para disfrutar, para ser de una forma más libre, más liviana.

Estos últimos años aprendí que EL MIEDO es una GRAN MONTAÑA! Es enorme, alta, punteaguda, con muchos caminos… y se pone en el medio de tu camino: justo ahí.

MI CAMINO
Siempre fui una persona “muy fuerte”. Con respecto al miedo sabía “escalarlo”: subía muy rápido, con mucha pericia y esfuerzo, caminaba por sus laderas, hasta que “LLEGABA A LA CIMA” y pasaba al otro lado con un sentimiento maratónico, gritando: «Gané!!! Escalé la gran montaña y pasé del otro lado!»

MI GRAN DESCUBRIMIENTO
Este año que pasó, me iluminé! Un día estaba caminando y como solía pasar, ví la GRAN MONTAÑA. Me preparé con tooodo dispuesto a escalarla. Ya con todas mis herramientas colgadas de las mochila, con todo el peso de los cordeles, martillos, estacas, carpita para acampar. Iba directo a subir la primer piedra, como hice siempre y siempre me fue bien, estaba repitiéndome “ya estoy entrenado, tengo la energía para hacerlo”. En un momento, ya con todo mi equipo a cuestas y dispuesto a escalar…. Repitiendo el método que usaba siempre!… tal vez cansado o aburrido de repetir o no sé por qué… de repente siento internamente muchas ganas de mirar de reojo al costado… giro un poco la cabeza y además escucho suavecito un “chtsss… chtsss… fijate por acá…» Miro para un lado… para el otro…  Y entre ramas y árboles… veo un pequeño hilito de luz, ahí en un costado. Era un rayito muyyyy finito…

Yo soy muy curioso: cuando veo algo extraño me gusta saber qué es. Así que decidí ir a mirar, dejaba mi escalada solo por unos minutos para “explorar” qué era ese hilito. Realmente me llamó la atención.

Camino y camino por ese lateral. Corro las hojas: había un poco de barro, veo flores, agua y un manantial finito y largo! Un manantial!!!!??? Ops!!! El caminito se angostaba… y tuve que tomar la decisión de ir dejando cada una de las herramientas que llevaba en mi mochila. Para qué las cargaba? No sé, ya no tenía ganas de volver atrás. Para qué? Para qué las sogas, los martillos? Para qué quería la caramañola que pesaba, si tenía el manantial? (sabés lo que pesa una caramañola llena de agua!!!!?).

Me divertía ese camino… Y seguí caminando… Un camino raro, che… y “de repente”:

ESTABA DEL OTRO LADO!!

ME SENTÍ UN BOLUDO.

Mi reflexión
QUÉ BOLUDO QUE ME SENTÍ pensando LA CANTIDAD DE VECES QUE HABÍA ESCALADO. Y no necesitaba “escalar la montaña» para llegar del otro lado, encontré un camino más fácil!!! Igualmente de interesante. Con solamente un poco de inteligencia esa montaña hasta podía desaparecer y yo seguir caminando “con menos esfuerzo”.

Insisto: ME SENTÍ UN BOLUDO!

Comments 2

  1. Espectacular Damián! Me quedé pensando que es excelente el artículo para los muchos que viven trepando la montaña (me incluyo). Lo deberían tomar con cautela aquellos que no se atreven a subir la montaña.
    Quiero decir que es bueno desechar cosas después de haberlas experimentado. Pero no a priori y a cambio de nada.
    Me pareció brillante el post, y quería compartir la reflexión nomás.

    saludos!

    Andrés.

  2. Damian REvelli: Andrés!! GRacias por el comentario.. pero yo pienso:
    ME SIENTO UN BOLUDO. porque no elegía.. siempre subía la montaña por costumbre, por inercia o porque nadie me contó que había otros caminos. CREO QUE MI FAMILIA Y CULTURALMENTE HAY UN APLAUSO DEL SACRIFICIO, DEL CASTIGARSE, DEL ESFUERZO!!! y hoy pude ver otro camino, mas sano, mas sustentable, más eficiente y mas placentero.
    Fijate si no hay algo de esto en tu reflexión , escribiste «CAUTELA» que no es mas que un derivado del miedo!! LA GRAN MONTAÑA!!!
    CREO QUE LAS PERSONAS QUE NO SE ATREVEN A SUBIR LA MONTAÑA… NO VEN TAMPOCO EL HILO DE LUZ.. SE QUEDAN EN LA LADERA… PARALIZADAS…. O TRANQUILAS TOMANDO MATE.
    YO HUBIERA QUERIDO SUBIR LA MONTAÑA «UNA VEZ!!!! CON UNA VEZ BASTABA PARA ENTENDER QUE ESE NO ERA EL CAMINO… PERO NUNCA SE ME OCURRIÓ QUE PODÍA HABER OTROS….
    UN AMIGO ME DIJO ALGO PARECIDO A TU COMENTARIO DIJO:
    «La percepción cambia realmente cuando uno VIVIO lo que ya no desea»
    E INSISTO!! NO ERA NECESARIO VIVIRLO TANTAS VECES!!!!!
    ME SIGO SINTIENDO UN BOLUDO!!!
    Gracias por tus comentarios!! CREZCO Y CRECEMOS!
    DAMIAN

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