– La acción por inercia no conlleva placer.
– La acción guiada por emociones, para satisfacer los sentidos o para autoafirmarse, trae placer en el corto plazo y luego dolor o pérdida.
– La acción por valores, primero conlleva cierto dolor o esfuerzo, y luego trae un placer mucho más intenso que aquel que se obtiene por medio de los sentidos.
Dos ejemplos:
– En relación al cuerpo, dejarse llevar por la pereza o la gula, dá placer en el corto plazo, pero luego las consecuencias deterioran el cuerpo, lo agotan o lo dañan. En cambio, hacer ejercicios de forma periórica y alimentarse saludablemente, luego lleva a un bienestar físico, a una sensación de satisfacción y libertad en los movimientos.
– En relación a la comunicación, manipular puede ayudar a conseguir beneficios en el corto plazo, pero deteriora las relaciones. En cambio, una comunicación abierta, honesta, empática en los temas arduos conlleva a vínculos estables y amorosos.