La trampa de "Hacer de más"

Ingrid Astiz Comunicación creativa, Creatividad e innovación, Cultura organizacional, Desarrollo de equipos, Liderazgo, Manejo del tiempo, Motivación, Productividad, Resolución de conflictos, Teoría Leave a Comment

Hay organizaciones dónde:
– «El héroe» es aplaudido y luego juzgado duramente. Puede ser el dueño, el CEO o el empleado genio.
– «Los indispensables» quedan atados en la relación de dependencia y atascan el crecimiento de la empresa.
– A los que apagan los incendios se los premia, en cambio de invertir en resolver el problema de origen que ocasionó el incendio. A los pulpos del trabajo se les dá más trabajo, hasta que colapsan.
– Los colaboradores con un alto nivel de autoexigencia son fáciles de dirigir y manipular, ya que asumen todas las tareas porque no saben negarse.

En una organización inteligente «hacer de más» no es alentado porque:
– Es creerse superior y no ver lo valioso que cada persona aporta
– Es entrar en la dinámica del triángulo dramático: Pasar de RESCATADOR (acaparar el control, cargarse de exigencias, saturarse de compromisos) a VÍCTIMA («me tratan mal y no entiendo porqué») o a AGRESOR  («mi manera de hacer es la mejor para resolver las cosas, ellos no saben lo que hacen»)
– Es interferir con lo que cada uno tiene para hacer o aprender (es decir, es una actitud egocéntrica, que no deja crecer a los demás)

Por eso, en una organización sana, en cambio de aprovecharse de quienes tienen la debilidad de «hacer de más», los ayudan a:
– Revisar sus creencias internas (ej. «si digo que no, me van a echar»; «si me equivoco, no tendré  oportunidades de crecimiento»)
– Dejar ir el temor y descargar el estrés acumulado
– Aprender a negociar y el poder del «no» positivo
– Y si el problema persiste, los alientan a conseguir ayuda profesional para mejorar la relación consigo mismos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Captcha *