El poder de la honestidad (y el encuentro con la vocación)

Ingrid Astiz Coaching expresivo, Comunicación creativa, Creatividad e innovación, Dinámicas y ejercicios, Valores humanos 1 Comment

Si SABÉS sobre tu trabajo:
– ¿Qué hacés? (Qué servicios prestás y productos ofrecés?)
– ¿Cómo lo hacés? (Tu forma particular de hacer las cosas, que te diferencia de los demás)

Y NO SABÉS:
– ¿Por qué hacés lo que hacés? 

Es probable que estés DESMOTIVADO: Sientas sensaciones desagradables como enojo, frustración, angustia, agotamiento, estrés, tristeza. Es probable que tus acciones no sean reconocidas y/o no tengan un impacto significativo, o puede ser que sea halagadas pero no sientas satisfacción por ellas. También es probable que sientas que no estás trabajando de tu vocación, o que estás «vendiendo el alma al diablo», es decir que hagas tu trabajo sólo por sus beneficios y no porque sea lo que te hace vibrar de alegría. Puede ser que te sientas cómodo y que la sola idea de un cambio te aterre… y es verdad, el cambio no es fácil (transitarlo puede implicar realizar unos cuantos duelos), pero estoy convencida que mantenerse en un trabajo que no amamos, sólo porque nos dá la ilusión de estar seguros, aleja la felicidad.

EXPERIENCIA PERSONAL: Me acuerdo cuando soñaba con encontrar mi vocación, y creía que era como «UNA revelación de un instante» que con esa información podía ordenar el resto de mi carrera profesional. Buscaba esta revelación en el afuera, como creyendo que alguien o algo me iba a dar «LA respuesta». El camino fue largo y duro, pero ahora puedo decir que vivo de mi vocación, amo lo que hago. Y cada día hay «pequeñas revelaciones», y no son con fuegos artificiales sino que son pequeños chispazos (quizás dos neuronas que festejan su mutuo encuentro). Y la vocación no es algo que puedo traducir en una descripción profesional, es una vivencia cotidiana, es una forma de pensar, sentir y actuar, donde escucho mis emociones, veo qué movimiento quiere salir de mi cuerpo y hago lo que dice mi corazón. Hoy creo no es «magia divina» (por más que por momentos esa sea la sensación), sino es más bien algo tan simple (y tan complejo) como ser honesto con uno mismo.

PROPUESTA: Desarrollar el poder la honestidad.

EJERCICIO: Con cuánta naturalidad, frecuencia y apertura, cada uno responde preguntas vinculadas al «¿Porqué hago lo que hago?» tiene que ver con cuán honesto se permite ser consigo mismo. Mientras más coraje tenga para romper el silencio y transitar los juicios auto-limitantes, más se desbloquearán los sueños profundos, y por lo tanto, se abrirán nuevas puertas en el día a día.

  • ¿Por qué hago lo que hago? 
  • ¿Cuál es el propósito de mi trabajo? 
  • ¿Por qué la organización donde trabajo existe? 
  • ¿Mi visión y mis valores están alineados a la organización donde trabajo? 
  • ¿En qué creo, que me lleva a hacer lo que hago? 
  • ¿Qué me hace levantar por la mañana? 
  • ¿Por qué le puede importar a alguien lo que hago? 
  • ¿Cuál es mi sueño? 
  • ¿Cuáles necesidades estoy buscando satisfacer? 
  • ¿Qué haría si no hubiese ningún riesgo? 
  • ¿Qué haría si tuviera mucho tiempo, dinero, poder, contactos, talentos, etc.? 
  • ¿Qué haría si sé que me queda poco tiempo de vida? 
  • ¿Qué mensaje quiero transmitir al mundo? 
  • ¿Qué me apasiona? 
  • ¿Qué amo hacer? 
  • ¿Cuál es mi misión? 
  • ¿Qué quiero descubrir o demostrar? 
  • ¿Qué haría que nunca hice? 

 
Si el trabajo actual no está alineado con lo que realmente querés hacer, la gran inversión es transformar la realidad (interna y externa). Si crees que no es posible cambiar las circunstancias actuales y te sentís atrapado como en una prisión, es importante pedir ayuda.
 
 

Comments 1

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Captcha *