Habilidades con el Dinero

Ingrid Astiz Dinero 1 Comment

Identifico tres habilidades básicas con el dinero, para que este no sea un problema sino una forma práctica para resolver necesidades.

Generar: Puedo generar dinero como empleado, profesional independiente o con una empresa propia. En “saber generar dinero” incluyo saber generarlo cuidando mi salud, mi autoestima, pudiendo desplegar mis talentos, disfrutando mi día a día. Mientras más sentido le encuentre a esa actividad, más sostenible será ese trabajo. Amar lo que hago es necesario para generar una buena cantidad de dinero, pero no suficiente; es importante además: hacerlo «bien», es decir, que cubra necesidades con la calidad esperada por las personas que pagan el servicio o producto.

Administrar: Esto incluye: Tener visibilidad sobre mi estado financiero, el flujo de ingresos y egresos, los activos y pasivos, y poder tomar decisiones en base a esa información. También realizar gastos acordes a mis deseos en el corto, mediano y largo plazo (es decir, evitar «endeudarme para disfrutar hoy y sufrir mañana»). Hábitos de malos administradores son por ejemplo: pagar el mínimo de la tarjeta de crédito (esto lleva a tirar plata en intereses cada vez más altos) o comprar algo porque está en promoción (y no porque satisfaga necesidades reales). Gastar para mejorar nuestra autoestima es una pésima estrategia: en el momento hay una emoción que se parece a la autoestima, luego requiere seguir gastando para seguir teniendo la ilusión de poder, y en algún momento la rueda de los gastos asfixian la economía personal/familiar, la autoestima cae en picada y los conflictos toman fuerza. No es recomendable dejarse educar financieramente por los mensajes publicitarios (de los bancos, de las tarjetas de crédito, de los productos/servicios que no necesitamos). Acá es importante darse cuenta que si el problema es la administración del dinero, más dinero no resuelve el problema (ej. las personas que trabajan más para pagar una deuda y al mismo tiempo gastan más y generan nuevas deudas).

Invertir: La primer gran inversión es en uno mismo: en desarrollo personal, profesional, en un emprendimiento propio. Luego, otras opciones son Acciones, Fondos comunes de inversión, o invertir en negocios que uno mismo encuentra. No es una inversión tener una caja de ahorro (a no ser que la renta sea mayor a la inflación y los impuestos, que es algo difícil que ocurra). Una opción más conservadora: Alquileres, siempre y cuando los gastos mensuales (incluye hipoteca) sean menores a los ingresos recibidos por el alquiler. En un nivel avanzado, sería también crear inversiones donde otros ponen su dinero. Si no invierto y no genero un buen activo que me provee dinero, el riesgo mayor en el largo plazo es volverme “dependiente financieramente” (de mi empleador, de mi empresa, de un ser querido, de la jubilación del gobierno).

Mientras más me capacite y entrene las tres habilidades, más oportunidades y caminos podré recorrer:

  • Si veo que tengo dificultades con generar dinero, o a disfrutar de mi trabajo actual, puedo recurrir a un terapeuta o coach.
  • Si veo dificultades con el administrar, puedo pedir ayuda a alguna persona cercana que sea un buen administrador, o contratar un contador. Si mi problema para administrar es emocional puedo recurrir a un terapeuta o a grupos de ayuda mutua de Deudores Anónimos.
  • Si veo dificultades para invertir o, peor aún, creo que «no es algo para mí», es bueno preguntarse «porque soy pobre no puedo aprender de dinero o porque no sé de dinero soy pobre?». Para abrir un poco la cabeza en este sentido, puedo empezar por leer algún libro de Robert Kiyasaki, como «Padre rico, Padre pobre» o «El cuadrante del flujo del dinero», y también buscar uno o varios mentores financieros.

– Guía de contenidos sobre el dinero: aquí

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  1. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente.

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.

    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.

    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.

    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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