Nuevo liderazgo ¿Por dónde empiezo?

Si te pasan, por lo menos una de estas cosas:
– Mis empleados no me hacen caso y no sé por qué
– Los jóvenes no se comprometen
– Cuando delego, los demás no hacen las cosas bien y las tengo que re-hacer
– Cuando marco los errrores, se ponen a la defensiva y no reconocen nada
– No aguanto más este ritmo, todo cae sobre mí

Si querés salir de estas situaciones, buscás ser un mejor jefe o transformarte en un líder? (si no queda clara la pregunta, podés consultar esta guía)

Si estás completamente convencido que querés ser un jefe, no pierdas tiempo leyendo este blog, podés buscar tips por otro lado. No digo sea una mala elección, sino que nosotros no nos dedicamos a la formación de jefes.

Si querés ser un líder… bueno, hay un largo camino, que nunca termina. Es cambiar uno mismo y cambiar el entorno, las dos cosas al mismo tiempo. Si sólo acomodo las cosas afuera y yo no cambio, los problemas reaparecen. Si sólo cambio yo y no me ocupo del afuera, me fundo. Como dice el refrán: «Reza a Alá y ata el camello», o también «A Dios rogando y con el hacha dando», o para los agnósticos/ateos: Ocuparse de uno mismo y también de nuestro entorno.

¿Qué hacer para cambiar «mi adentro»?

– Registrar el clima emocional que tengo y cómo este afecta a mi salud.
– Renunciar al viejo paradigma de la víctima («pobre de mí») y a la ilusión de tener el control («yo soy el jefe»).
– Conectarse con la misión personal, sentir con el estómago que la vida tiene un sentido.
– Registrar mis pensamientos y aprender a cambiar aquellos que son inútiles o tóxicos.
– Aceptar a las personas que me rodean, tal cual son.
– Comprender qué motiva a cada persona del equipo (ver amarres vocacionales)
– Comprender que la generación X (personas nacidas entre 1982 y 1994) no se bancan el paradigma del jefe ni están dispuestos a «soportar» lo que no les gusta. Tienen valores, prioridades y códigos diferentes a las generaciones anteriores. No son mejores ni peores, sólo que siempre las nuevas generaciones traen lo propio. Entonces, el primer paso es acercarme a ellos, sin juzgarlos, buscando entenderlos.
– Ayudar a equilibrar razón y emoción, primero conmigo mismo. Cuando la emoción está bloqueada por la razón, hay sufrimiento y desmotivación. Cuando la emoción está fuera de control, no hay acción productiva ni aprendizajes.
– Si no sabés cómo avanzar con estos «qué hacer», podés probar con terapia, meditación, yoga, coaching, capacitaciones, libros, lo que te parezca más fácil y cercano. También podés consultarnos: Contacto

¿Qué hacer para cambiar «mi afuera»?

Un líder arma equipo con otros líderes, crea un ambiente propicio para la creatividad y la colaboración. Cada uno puede tener iniciativas diferentes, y entre todos buscan la sinergia de equipo. Algunas herramientas que ayudan para lograrlo:
– Facilitar Retrospectivas (son reuniones de equipo para conocernos entre todos y hacer sinergia).
– Implementar Kanban y/o Scrum (son metodologías de trabajo basadas en la confianza y la colaboración)
– Aplicar modelos de comunicación empática y efectiva, como CNV
– Aclarar valores y principios,  definir criterios y acuerdos de trabajo, que regirán las decisiones cotidianas
– Si necesitan ayuda: Contacto