¿Por qué hago lo que hago?

Ingrid Astiz Coaching expresivo, Comunicación creativa, Creatividad e innovación, Cultura organizacional, Herramientas, Liderazgo, Motivación 1 Comment

Todas las organizaciones saben «¿qué hacen?» -qué productos/servicios ofrecen, qué resultados esperan-, algunas pueden explicar «¿cómo lo hacen?» -su forma particular de hacer las cosas, aquello que los diferencia de la competencia-, y sólo unas pocas están conectados con el «¿por qué?» hacen lo que hacen. Estos últimos son los que logran gran impacto, dada la fuerza que proviene del propósito que comunican y la cercanía que logran al inspirar a las personas.

Un ejercicio poderoso, es responder sobre tu empresa, emprendimiento o trabajo, las siguientes preguntas:

  • ¿Por qué hago lo que hago?
  • ¿Cuál es el propósito? ¿Por qué la organización existe?
  • ¿En qué creo que me lleva a hacer lo que hago?
  • ¿Qué me hace levantar por la mañana?
  • ¿Por qué le puede importar a alguien lo que hago?
  • ¿Cuál es mi sueño? ¿Cuál es la visión que busco realizar?
  • ¿Cuáles son las necesidades que estoy buscando satisfacer?

Una vez lograda cierta claridad, es fácil atraer a los colaboradores que compartan este «por qué?». No será necesario motivarlos, ya que ellos estarán en la organización donde sus creencias, valores y visión serán su fuente de motivación intrínseca.

Y qué pasa con los clientes? Siguiendo las clasificaciones de «la ley de difusión de la innovación» los innovadores -«early adopters»- y los seguidores -«later adopters»- suman un 16%, luego viene «la mayoría» que suma un 68% y por último «los rezagados» que suman también 16% (parecido a la Regla 20/60/20). Es decir, que para que algo nuevo se instale en el mercado masivo tiene que alcanzar el punto de inflexión que está entre el 15 y 18% de adopción. La dinámica comienza con los primeros clientes, «los innovadores», que procesan la información de la propuesta y se mueven según su propia motivación, toman decisiones por aquello que ellos creen acerca del mundo y toman riesgos, a diferencia de «la mayoría» que deciden a quien imitar según los resultados que los demás obtuvieron (no quieren asumir los riesgos de ser los primeros, no quieren ser ellos quienes comprueben si son verdaderas o falsas las promesas de la propuesta). Entonces, para difundir algo nuevo, si empiezo hablando de las características del producto/servicio, del «qué», estoy haciendo una comunicación para llegar a la mayoría, que deciden por las experiencias de otros… y si no les hablo a quienes están dispuestos a ser los primeros, no hay forma de posicionarse en el mercado. En cambio, si comienzo hablando del «por qué?» los innovadores que compartan esas creencias y esa visión se sentirán atraídos como las abejas hacia la miel. Luego serán ellos quienes compartirán sus experiencias y atraerán a la mayoría.

Fuente: La idea está tomada de una charla TED, de Simon Sinek, Cómo los grandes líderes inspiran la acción. El resumen visual fue realizado por mi amigo https://about.me/juan.muracciole

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